viernes, 4 de febrero de 2011

De intensidad, olvidos y momentos

Hoy, alguien me quiso pedir de manera errónea que olvidara la intensidad del amor que un día sentí por una mujer. Independientemente de la forma como era esa relación y sobre todo la persona por la sentí ese mar de sentimientos al final haya sido buena o mala conmigo, me parece un insulto a los dos olvidar la intensidad y su magnitud. Aquí el dolor solo es un recordatorio de humanidad y esta carta es un aclaratorio a la virtud de querer recordar.

De intensidad, olvidos y momentos sé muy poco, pero sí sé que es imposible controlar los sentimientos, que nunca se van, y que se manifiestan a flor de piel. Poca gente sabe lo que pide cuando dice que recuerde sin poner el corazón, pero ¿a dónde se van los olores, las siluetas, los perfumes, la respiración? Es como si me pidieran que me enamore por el hecho de tener a alguien al lado sin llamar por su nombre a cada corazón. Me disculpan, eso no es amor, son aves de turno, amores de paso donde el sentimiento no amanece contigo. Cuando el amor muere, lo que queda claro es que se apaga el deseo. Yo no quiero estar con ella, pero lo que me queda de ese amor, lo bonito; apagarlo, guardarlo, tirarlo por la borda, me parece un insulto mi inteligencia.

El amor entre tres es un fallo, no existe. Es por esto, que necesariamente, al final, alguien tiene que perder. Esta es la misma razón por la que los amores cobardes, los que no llegan al cielo, se justifican en una moral banal por miedo al qué dirán. Muchas relaciones pagan siempre la consecuencia de un problema de elección y la vida lo cobra con intereses en la mayoría de los casos con el precio de nuestra felicidad. De olvidarla, hace rato que la olvidé. Pero no me pidan que renuncie al amor. Es absurdo desperdiciar un sentimiento latente por estar aferrados a una moral barata que no acepta victorias por venganza. Es una injusticia para los tres.

De intensidad, olvidos y momentos sé muy poco, pero sí sé que hay personas que sienten un amor tan grande y verdadero que simplemente les cuesta dosificarlo para que otra persona, que ellos consideran correcta en su problema de elección, no sepa manejar ese torrente de energía y simplemente se vaya apagando con ella, dos corazones y dejando exhausto al amor. Esta vez, iré contra la corriente y aceptaré que ella tiene que rehacer sus convicciones respecto al amor y que yo he sido muchas cosas en su vida. Sin buscar culpables me atrevo a decir que esto no tiene nada que ver conmigo. He sido su constelación, su jardín, su mirada y su paz. Su más grande anhelo que le han prohibido. De intensidad, olvidos y momentos no sé corazón, pero estoy más que seguro que he sido un golpe tajante a tu moral.

David Mella/1.02.11

5 comentarios:

  1. Me en-can-ta.

    La gente no sabe lo que dice cuando le pide a otro que olvide. ¿Olvidar qué? No se trata de lo que uno desayunó hace dos días, o la ropa que te pusiste la última vez que fuiste al cine. Se trata de una persona que caló tu corazón, alguien lo suficientemente importante para sufrirlo cuando se va.

    Uno lo acepta, lo supera, aprende a ser feliz sin la gente que ya no está... pero perder a quien se ama te cambia la vida para siempre y punto. Eso no se olvida.

    Se apaga el deseo, pero no el amor. El sentimiento se transforma pero jamás desaparece.

    En serio me encantó :)

    Abrazote!*

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  2. me encanto!

    http://luisiworld.blogspot.com/ pasate :)

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  3. Eso es, no se puede dejar de querer lo que se ha amado, ni borrar de la memoria los momentos de cariño.

    Muestras sentimientos muy generosos.

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  4. Bien. No olvides... olvidar lo que fuimos y vivimos es olvidar quienes somos. Simplemente hay que diferenciar la mamoria y el vivir en el pasado.

    PD: Me estoy cagando de frío...

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  5. Me niego a olvidar. El hombre que pasó por mi vida me amó y no lo deseo olvidar. Yo también le amé con gran intensidad, pasión, deseo, complicidad... Guardo entre mis recuerdos los mejores momentos vividos con él, la alegría y la energía que nos transmitiamos de forma mutua... Me siento una gran afortunada por haber podido sentir todas esas emociones...

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