sábado, 24 de marzo de 2007

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Son necesarios esos roces del corazón, esas miradas del alma, esos momentos que nadie entiende, esos intentos desesperados de sincerizar el alma y olvidar la razón… serás tu mi felicidad? Quizás nunca lo sepa… escuche que los lideres se juegan, entonces, seré líder de mi vida? A veces no lo se… supongo que lo olvido… escuche que si no soy feliz entonces ese no es el plan de Dios, entonces, si te quiero tanto, soy feliz contigo? Entonces por qué no? Hay que darle cabida al corazón y luego que el corazón cante victoria y el alma descanse de tanto luchar, seré feliz contigo y con ella… esta vez cupido debe cantar victoria…

...Mientras la lujuria y el deseos se iban apoderando de los cuerpos y la razón le rogaba al corazón que no escuchara, los sentimientos explotaban y se apoderaban de todo un ser que se entregaba por completo… no hubo reservas, ni argumento que explicara lo que había pasado, solo entendía el corazón, la razón buscaba explicación mientras se habría paso entre el sentimiento… mis ojos no te perdían la mirada, mientras entregábamos el alma.. La razón se preguntaba como, y el corazón no contestó, la razón se pregunto por que, el corazón continuo en silencio, escuchando cada roce de esos cuerpos, entonces, tocó la puerta y se unió a la desesperación, la lujuria y deseo y allí en ese momento, la razón guardó silencio...

Autora anónima ...

lunes, 19 de marzo de 2007

El no va a venir...

El no va a venir. Y tu fe? Mi fe… no me preguntes por ella, tu sabes que ella ahora mismo está paralela a su realidad, y me duele saberlo. Cual es su realidad? El un día esta bien, al otro amanece mal y yo la verdad, ya no se que creer.

Yo lo siento lejos. Y tu fe? Ya te dije, realmente, cada día el se me va de las manos, de mis ojos, de mi mente. Siéndote sincero, mi vida ha cobrado sentido, he utilizado mi alrededor para su causa, el de verdad nos duele y nos lo hemos demostrados, pero, cuando tu lo vas a traer de vuelta?

Todavía no es tiempo de responder esa pregunta. La vida sigue, y tu tienes que seguir con ella. Que en tu corazón quede la satisfacción de que hiciste lo que estaba a tu alcance para ayudarlo, para anticipar su espera, para que cuando abra los ojos, encuentre una motivación para seguir luchando.

Yo no quiero vivir con la satisfacción. Su vida se ha convertido en un debate, en un tratado bilateral en el que la vida y la muerte hablan otro idioma, y se compran con otra moneda, por favor, no me pidas que sea feliz con esa satisfacción.

Tu sabes y yo se, que has hecho gran parte de tu trabajo. Su cuerpo esta en enfermo, pero no su espiritu. Tu una vez dudabas de mi cuando me decias que si me acercaba hasta tocar su mano, si pasaba con el un rato, su corazon, era bastante, yo ya lo comprobé, tenías razón, su espiritu sigue ahí, intacto, la fe de ustedes ha hecho que a eso nadie le ponga la mano.

Tu no estas enfermo. Si te sigues enfocando en la enfermedad de su cuerpo, quizás, un dia, si logres enfermarlo completamente. Su realidad no es la mejor, es cierto, pero su fe es mas grande que la tuya, eso tenlo por seguro, olvídate de su enfermedad y sigue anticipando su espera, sigue teniendo fe, enfócate en su regreso, que de alguna manera el vendrá, no dejes que la enfermedad toque su espíritu y por favor, gánale al tiempo, y no te desesperes con el, porque lo necesitas, y ten fe, de esa fe de corazón.

Pero es que yo lo quiero aquí, caminando de nuevo con nosotros.

Entonces, nos vemos en el camino…

David Mella

18 de marzo, 2007.

sábado, 10 de marzo de 2007

El Ciclo

Tus silencios me lo dicen

Y tus miradas… ¿me lo confirman?

¿Estás a un paso de algo grande?

Pequeños roces, contactos…

Tanteando, titubeando…

Si no me arriesgo, no logro nada

Si pierdo, pierdo…

Si gano… ¿también pierdo?

Podría funcionar…

Claro que sí... ¡Imagínalo!

Una boca fugitiva, presa de un pánico insostenible

Una chispa, un contacto… y ya no se ve nada

Bloqueo de los sentidos

Inspiraciones incompletas

Circulación acelerada

Un breve infarto…

Hormonas se liberan

…La endorfina hace su trabajo

Se dilatan mis pupilas

Y aun se ven tus destellos angelinos

Te tomo con fuerza entre mis largos dedos

Tu te aferras a mi cuello con tus delicados brazos

La luz se refleja en tu piel

Mis ojos la transforman en tu imagen

Te respiro una vez más

La fugitiva no aguanta…

…Empieza el ciclo una vez más,

A la espera de que nunca termine…

Mario R. Doñé

10 – 03 - 2007