domingo, 8 de agosto de 2010

Pesar

Solo basta una vez,

una sola vez,

y ya es una necesidad.

Como un adicto,

ansío otra dosis letal de tus labios

Perdido en la incesante búsqueda del roce de tu boca

¡Qué ganas de explorarte!

¿Habría placer más grande y fortuito

que recorrer y descubrir cada instancia de tu cuerpo?

Mi boca solo anhela tus rincones,

y andar tus espacios,

y confundir nuestros cuerpos,

y entremezclar nuestros alientos

Tomaría ese cuerpo entre mis manos

y lo hiciera solo mío en un instante

Guardaría para mi cada molécula

que compone tu aroma.

Te hubiese llevado con gusto

a la frontera de la cordura.

Transformaría tu deseo en actos.

Perderías la razón, así como yo la mía.

Pero las cartas están en la mesa.

Las palabras están dichas.

Las decisiones tomadas.

El último beso fue sellado.

Y el verbo recordar se asienta en mi pecho.

Dejarte escapar esa noche, pesa.

Mario Doñé

8 de Agosto del año 2010

3 comentarios:

  1. estupendo... me siento en una situacion similar a lo que este poema dice

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  2. Dios mio! que bello. En la medida correcta: inspirador, romantico, no muy explicito no muy limitado, no muy crudo pero si arriezgado.

    Da la sensacion de subir un momento al deseo y bajar al siguiente a la realidad.

    Casi Perfecto!

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