"Estos poemas los desencadenaste tú, como se desencadena el viento, sin saber hacia dónde ni por qué. Son dones del azar o del destino, que a veces la soledad arremolina o barre; nada más que palabras que se encuentran, que se atraen y se juntan irremediablemente, y hacen un ruido melodioso o triste, lo mismo que dos cuerpos que se aman."
viernes, 27 de julio de 2012
Diccionario
Mujer: Perfecto fragmento de caos. Entropía destilada. Quintaesencia de lo anárquico. Materia en constante estado de flujo emocional.
Hombre: Personaje que no aprende que tratar con mujeres es como chuparse una vara de Plutonio. Igual le gusta.
Amor: Consecuencia de chuparse una vara de Plutonio.
Plutonio: Material radioactivo, cancerígeno, letal. Se puede utilizar para la fabricación de armas nucleares. Es delicioso.
Hombre: Personaje que no aprende que tratar con mujeres es como chuparse una vara de Plutonio. Igual le gusta.
Amor: Consecuencia de chuparse una vara de Plutonio.
Plutonio: Material radioactivo, cancerígeno, letal. Se puede utilizar para la fabricación de armas nucleares. Es delicioso.
25/07/2012
jueves, 12 de julio de 2012
El loco
Puedo jurar que la ví, o su silueta, o su sombra, o el aire que dejaba atrás, o su aroma formando su silueta, o copos de polvo que levantó... No sé.
No estoy loco. Lo juro. Los nincofordios que belandaban me lo sorripetearon en las ojiardabas y son mis testigos... La ví.
Estaba en las cosas pequeñas: en las cerezas, en los granos de arroz, en el azúcar, en la punta de un alfiler, en una molécula, en un quark.
Estaba en las cosas etéreas: en lo astral, en lo onírico, en lo amorfo, lo ideal. Navegando los ríos metafísicos de Oliveira, cual Maga...
Entonces abrí los ojos y no la ví más.
Mario Doñé
12 de Julio del año 2012
lunes, 2 de julio de 2012
Soñaba
Anoche soñé que te mataba.
Me entregaban una pistola y me preguntaban "¿A quién quieres matar?". Sin dudarlo apunté a tu cabeza (disparo+cabeza = tu muerte segura) y me decían "A ella no puedes matarla, no va a morir". Y aún con la certeza de que si te disparaba (y caías abatida, y tu sangre manchara mis zapatos) regresarías... Igual halé el gatillo: martillo contra casquillo, detonación, propulsión, disparo certero, la bala dividió tus sesos en dos... Al tercer día resucitaste.
Ahora maldigo a la que me enseñó a creer en sueños.
Mario Doñé
2 de Julio del año 2012
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