"Estos poemas los desencadenaste tú, como se desencadena el viento, sin saber hacia dónde ni por qué. Son dones del azar o del destino, que a veces la soledad arremolina o barre; nada más que palabras que se encuentran, que se atraen y se juntan irremediablemente, y hacen un ruido melodioso o triste, lo mismo que dos cuerpos que se aman."
martes, 5 de febrero de 2013
Hoy me dio por extrañarla y recordar. En ausencia de una máquina del tiempo decente, la memoria es lo único que nos queda.
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