lunes, 31 de enero de 2011

¿Que hay después del amor?

Irrealidad. Desconocer los espacios, tergiversar situaciones. Uno se acerca lentamente y de manera espontánea a un abismo oscuro y hace un esfuerzo notable por permanecer allí. Viviendo una y otra vez cosas que no pasaron, no pasaron de esa manera o simplemente no pasaron. Existe un interés manipulado de ansiedad de tragarse las mentiras y volverlas parte de una historia de amor mal contada. Alguien tiene que ser el culpable.

Recuerdos. ¿Quién tuvo la culpa? No sé si te sueño de día y te pienso de noche. Uno de los dos tuvo que tomar una decisión, pero por más que cierras los ojos no logras ver cuál era y no consigues una razón que te permita sentirte cómoda con ella. Empieza un juego mental entre la irrealidad, los recuerdos y la paranoia. Jaque. Despacito, comienzas a envolver emociones tratando de ser sutil con tu alma. Tiene que haber una respuesta clara a todo esto.

Recuerdos de recuerdos. El resultado de ir despacio con tu alma te traiciona y la tranquilidad virtual que habías obtenido de recordar quien tenía la culpa y la satisfacción lograda de haber por fin encontrado esa razón que te permitirá cerrar los ojos esta noche ahora se transforma en una taza de resignación. Una dosis de drama a una confusión barata donde alguien pierde y alguien gana sin cabida a negociación. Ver personas que no estuvieron, abrazos que sellaban despedidas, besos que intentaban salvar lo perdido son algunos ejemplos de estos intentos fallidos de recordar un recuerdo. Lo que hay después del amor parece ser agotador.

Después del amor hay que caer. El alma y el corazón deben ser capaces, casi como dos entes autónomos de dar un salto de fe. Es en esta caída libre, donde te vas dando cuenta que aun con todo lo que has irrealizado, recordado y recordar que recordaste aún existe una herida latente que no termina de suturar. Aun no has vuelto a ver a esa persona, no te has llenado los ojos de realidad. Lo que hay después del amor solo es real cuando eres capaz de ver esa persona una y otra vez, una y otra vez sin tener que pasar por este proceso desde su etapa inicial. Nos gusta desafiar nuestro proceso con ese reencuentro para entender de manera tangible si lo que existe dentro es odio o perdón sin cabida a negociación. Hay que volver a tomar una decisión.

Hay amores que simplemente renuncian al amor, hay amores que prefieren parar de soñar, algunos amores deciden vivir de ilusiones, otros desayunar mentiras pero pocos amores se permiten tomarse un tiempo para vivir un proceso de desintoxicación, un pacto de alivio a la razón que busca desprender el presente de la zozobra de entender un pasado fabricado de mil formas para hacernos daño que inventamos por la incoherencia natural de querer entender en vez de aceptar. No pienses de más.

Lo que hay después de un amor, de una relación, es la magnífica expresión del ser humano que busca tratar de impregnar, con la ayuda del tiempo, cantidades racionales de recuerdos verdaderos acompañados de deseos enardecidos de manifestar en almohadas, compromisos inigualables que sin importar su duración, van a enriquecer la oportunidad de morir y contar nuestras vidas. Al final, muy final, lo que existe después del amor, siempre será más amor.

David Mella/30.01.11

4 comentarios:

  1. Me ha encantado y la última frase la mejor,detrás del amor no cabe otra cosa, no se pude dejar de querer a alguien que has querido.

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  2. Llegue aquí por Denisse Michelle. Hermosa manera de describir esa etapa errante y desconcertante. Dieron en la bala. Dieron en el corazón.

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  3. Hola Carlina, que bueno verte por aqui. Realmente si, este es el resultado de muchísima reflexión. Me alegra que diera en ese punto, ahí es donde estaba apuntando. Un abrazo.

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  4. Dicen que toda historia tiene tres versiones: la tuya, la mía y la verdad, jejeje... suele pasar.

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