Solo basta una vez,
una sola vez,
y ya es una necesidad.
Como un adicto,
ansío otra dosis letal de tus labios
Perdido en la incesante búsqueda del roce de tu boca
¡Qué ganas de explorarte!
¿Habría placer más grande y fortuito
que recorrer y descubrir cada instancia de tu cuerpo?
Mi boca solo anhela tus rincones,
y andar tus espacios,
y confundir nuestros cuerpos,
y entremezclar nuestros alientos
Tomaría ese cuerpo entre mis manos
y lo hiciera solo mío en un instante
Guardaría para mi cada molécula
que compone tu aroma.
Te hubiese llevado con gusto
a la frontera de la cordura.
Transformaría tu deseo en actos.
Perderías la razón, así como yo la mía.
Pero las cartas están en la mesa.
Las palabras están dichas.
Las decisiones tomadas.
El último beso fue sellado.
Y el verbo recordar se asienta en mi pecho.
Dejarte escapar esa noche, pesa.
Mario Doñé
8 de Agosto del año 2010
k lindo...k profundo, me encantó =)
ResponderEliminarestupendo... me siento en una situacion similar a lo que este poema dice
ResponderEliminarDios mio! que bello. En la medida correcta: inspirador, romantico, no muy explicito no muy limitado, no muy crudo pero si arriezgado.
ResponderEliminarDa la sensacion de subir un momento al deseo y bajar al siguiente a la realidad.
Casi Perfecto!